Contar hasta 20 , y es la cuenta regresiva que detiene el tiempo y puede cambiar el curso del destino , contar hasta 100 y la paciencia se ve quebrantada por un hilo de ira que hierve en todo el cuerpo medir las palabras una tarea difícil de cumplir escuchar una acción imposible para mi , odiar maldecir y gritar solo son comportamientos de debilidad fragilidad y decepción , culpar una circunstancia preliminar ser subjetiva con las cosas es un deseo deshecho, no puedo culpar las palabras de insulto , producto de la ira quien dijo que las palabras no pueden cambiar la perspectiva de una persona o el propio destino moldeable, pero todo el mundo llega hasta cierto punto de paciencia ahora entiendo el porque de mis acciones años atrás , callar cuando nadie debe saberlo , y ser responsable de mis propios actos pero aquello me funciono porque ahora cambie mi perspectiva estaba mejor callarlo pero ¿porque no lo hice? y estoy viéndome afectada de una serie de comentarios que me deshacen por dentro cambiando segundo a segundo , minuto a minuto , día a día semana a semana , mes a mes, año tras año mi perspectiva que tengo ante la vida , siempre he soñado con vivir de otra forma quizás el odio creciente que me embarga por dentro es un enemigo una sombra que esta siempre presente aunque es propio dudar de su existencia , siempre en el fondo de mi alma lo supe , no pertenezco a este lugar si hallara la oportunidad de exiliarme de la vida que llevo vivida , lo aceptaria con gusto pero muchos motivos me lo impiden en realidad considero que llegara el final de aquel sufrimiento llegara el momento en donde al fin podre gozar de aquella libertad que siempre he anhelado , sentir que el mundo espera algo mejor para esta sociedad corrompida, que es un reto a esta lucha que por siglo llamamos convivencia . pero vivir exiliada lo deleitaría con placer y seria una felicidad plena , es preciso nunca olvidar que luchar y enfrentarse al peor temor es de valientes, y nunca en vano juraría verdad y docilidad, porque llegara el momento que el curso de la vida y el destino jueguen sus cartas como le sucedió a victoria Anderson, personaje de mi novela hilos cruzados . un final para reflexionar y continua mi conteo hasta 20 callando de nuevo mis palabras .
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